Visión Joven vuelve en 2020. ¿Pero quien fue Visión Joven? VJ fue una revista que nació en 1989 y fue editada en la ciudad de Buenos Aires hasta 1999. Su nuevo formato será en forma digital adaptándose a los tiempos que corren.
Para mi es extraño escribir sobre su vuelta, porque fui parte de ella desde 1993 a 1996, cuando empecé a escribir tenia dieciséis años y lo hice hasta los diecinueve.
Toda publicación cultural (muchas no saben que lo son) tienen como objetivo explorar, registrar, criticar y crear canales para comunicarla entre los miembros que la conforman. Visión Joven fue un espacio de libertad, había una línea editorial, pero jamás se imponía restricciones, sobre los temas a tratar. Si bien mis primeras notas fueron sobre música, también tuve la oportunidad de expresarme sobre las desigualdades en Estados Unidos (crónica de un viaje en 1994) y hasta sobre el fenómeno de la ufología en Roswell. Esa tranquilidad de poder abarcar distintas temáticas fue común a todos los que formaron parte de VJ a lo largo de su historia.
La revista que termino como tal a fines del siglo veinte, empezó como diario de 8 páginas en el segundo semestre de 1989 comercializándose en australes y finalizo sus días a todo color siendo adquirida en pesos convertibles. Ejerció su misión con un éxito notable, su objeto de análisis fue la cultura “cristiana” en el país y ciertos países en donde el protestantismo es la principal creencia religiosa, pongo entre comilla la palabra, en virtud de que el cristianismo tiene muchos años sobre la tierra, pero el microscopio que usaron sus escritores se poso sobre un periodo muy concreto: la consolidación del desarrollo artístico nacional “Cristiano”, movimiento que nació en Argentina en 1970, pero se establece firmemente en la década del 90 (habría que extrapolar hasta qué punto Visión Joven modifico el objeto de estudio, material que da para otra nota) y sus distintas expresiones que hacen a la cultura de ese periodo, aunque necesariamente no sean de desarrollo artístico.
La revista permitió eficazmente la difusión y el desarrollo de los canales de muchos artistas, inclusive muchos fueron materia de exportación cultural hacia otras naciones y siguen actualmente vigentes (Logos, Rescate, La Hormiga y Kyosko por nombrar algunos de sus exponentes principales). Algo que voy a resaltar, es que VJ no vio la explosión de la mayoría de los artistas que promociono sino que como dije anteriormente, registro la consolidación de esas bases.
Dos mil diecinueve es muy distinto a la década de 1990, por el avance de medios y modos que han modificados ciertos rasgos culturales y su forma de analizarlos. Antes la vida era más lenta, no precisamente porque el ser humano fuera más simple ni menos inteligente sino porque la velocidad de estímulos era muy distinta a la actual, no había internet, los teléfonos estaban atados a los cables, el cable era incipiente, la tv duraba hasta las doce, los discos eran monopolio del editor, no existían las redes sociales (los más cercano a emitir una opinión era enviar una carta y rogarle a Dios, que el correo la haga llegar a destino). Desde Cuídate Cultura, le damos la bienvenida al nuevo medio de comunicación que nuestros colegas de Visión Joven 2.0 instalaran en 2020. Felicitaciones y éxitos en esta nueva etapa.
Leandro A. D´Agostino Lupes. Antropólogo y periodista autodidacta de la cultura, productor y escritor de radio.
En una época produje ciclos de música y compartí la dirección de un sello discográfico.
Licenciado en Administración UBA por accidente.
Padre de dos hijos porteños y una hija patagónica de tres años.
De novio hace 23 años con la madre de mis tres hijos multiculturales.