En el CAYC, los artistas compartían sus experiencias con ingenieros en informática, técnicos y filósofos; se realizaban charlas y seminarios a cargo de personalidades de la actualidad internacional del arte de vanguardia. El CAYC concebía sus muestras como un sistema más, estaban normalizadas y estandarizadas para facilitar el montaje y traslado. Muchas de esas muestras se realizaban en soportes replicables por método heliográfico (el sistema usado en arquitectura para la copia de planos) . Gracias a este método de trabajo era posible abaratar costos de montaje y envío de muestras itinerantes al exterior. La consagración del artista no estaba sujeta a la materialidad de la obra sino a su concepto y trabajo del colectivo, en contrapartida, obras de otros países llegaban al CAYC a manera de intercambio. El resultado era la promoción de artistas y su actualización permanente.
Lograr eso en épocas en donde no existía Internet fue una operación que nunca antes había tenido el arte por fuera del financiamiento estatal y comercial.El grupo de integrantes inicialmente se autodenominó “Grupo de los Trece”, nombre que persistió a lo largo del tiempo y más allá del número real de miembros decanta en el que se llamaró finalmente “Grupo CAyC”.
Ellos eran, Gregorio Dujovny, Carlos Ginzburg, Jorge González Mir, Leopoldo Maler, Vicente Marotta, Luis Pazos, Alberto Pellegrino, Juan Carlos Romero, Julio Teich y Horacio Zabala, forman parte del mismo en periodos más o menos largos de ese recorrido. Jacques Bedel, Luis Benedit, Víctor Grippo, Alfredo Portillos y Clorindo Testa.
La muestra “Escultura, follaje y ruidos”, Plaza Rubén Darío, del 7 al 30 de noviembre de 1970, marca un momento de quiebre entre las búsquedas tecnológicas que solo se podían realizar en espacios cerrados y entonces buscan generar una instancia de contacto e intercambio con el público no asiduo a las galerías ni a los museos, pero que finalizó en conflicto con parte del público y donde no se hizo esperar la presencia policial para desalojar el lugar debido a algunas de las obras exhibidas en homenaje a los muertos en los fusilamientos de Trelew[1]
Luego, en los últimos años, produce una temática decididamente regional: los mitos de América originaria, el pavor de la conquista y sus emblemas de dominio, la historia del siglo XIX y la de las pestes y los genocidios.
[1] La masacre de Trelew o los fusilamientos de Trelew consistió en el asesinato de 16 miembros de distintas organizaciones armadas peronistas y de izquierda, presos en el penal de Rawson, capturados tras un intento de fuga y ametrallados posteriormente por marinos dirigidos por el capitán de corbeta Luis Emilio Sosa. Los sucesos tuvieron lugar en la madrugada del 22 de agosto de 1972, en la Base Aeronaval Almirante Zar, una dependencia de la Armada Argentina próxima a la ciudad de Trelew, provincia del Chubut, en la Patagonia austral.
Aníbal A. Rodríguez, es Técnico en Gestión cultural UNTREF (Buenos Aires, Argentina)
Artista digital como Aníbal Pees Labory, egresado de la Escuela Nacional de Bellas Artes Manuel Belgrano (Bs, Aires), Diseñador gráfico y audiovisual.
Fundador y director de “HUMUS” y “CUIDATE CULTURA”.