Saber brillar
Para que tu propia Luz brille, no tenés que apagar la Luz de los otros.
Si para brillar,
apagar la Luz de los que te rodean necesitás …
bueno sería que te hagas analizar.
TU LUZ VA A BRILLAR de la mano del desarrollo de tus talentos,
y estás hecho para ser un complemento…
No es bueno andar peleando ni a tu Ego andar exacerbando,
más bien… procura a tu Ego ir educando.
La Luz está en cada uno de los humanos,
no se trata de andar soplando y soplando y otros fuegos apagando.
La Luz brilla por fuerza propia, no necesita extinguir los fuegos ajenos.
La Luz que brilla y que sabe brillar, alimenta el Fuego de todos los demás.
TALENTOS
Tus talentos están ocultos,
se manifiestan a veces de manera no prevista,
cuando te quieres acordar tus talentos se colocan delante de tu vista.
Hacer y hacer a veces logra confundir, una pausa es necesaria para escuchar a tu Corazón latir.
Tus talentos son como las semillas…
que esperan las condiciones apropiadas para que surja la maravilla
que guarda su Interior.
Tus talentos están ocultos,
autoconocerte te permitirá reconocerte,
tus talentos son como las semillas…
aguardan latentes en tu Interior sus maravillas.
Pablo Daniel Sambataro, Profesor de Educación Fisica. Reikista, poeta. Autor de “Revoluzción, poesía de la nueva era”
En el discurso de la Luz y los talentos, se nos revela una profunda verdad que trasciende la superficie de la mera sabiduría cotidiana. La metáfora de la Luz que brilla por fuerza propia nos invita a reflexionar sobre nuestra propia existencia y nuestro papel en el mundo.
En nuestra búsqueda de brillar, debemos recordar que no se trata de apagar la Luz de los demás. La competencia desenfrenada y la envidia son sombras que oscurecen nuestro camino hacia la realización personal. En lugar de ello, debemos entender que somos seres complementarios. Cada uno de nosotros lleva consigo un conjunto único de talentos, como esas semillas ocultas que aguardan el momento adecuado para brotar.
La lucha constante por destacar y satisfacer nuestro ego puede llevarnos por un camino erróneo. Más bien, deberíamos educar a nuestro ego, recordándole que la verdadera grandeza se encuentra en nutrir el fuego interior de los demás. Cuando aprendemos a reconocer y desarrollar nuestros talentos, estamos contribuyendo al enriquecimiento del mundo en lugar de competir por un espacio limitado.
El proceso de autodescubrimiento y autoconocimiento es fundamental para permitir que nuestros talentos florezcan. A veces, en nuestra búsqueda frenética por hacer y hacer, olvidamos la importancia de la pausa, de escuchar el latido de nuestro corazón. Es en esos momentos de introspección que nuestros talentos se manifiestan de manera clara y sorprendente.La vida es un viaje en el que cada uno de nosotros guarda un tesoro interior, un conjunto de talentos únicos que, como las semillas, esperan las condiciones adecuadas para emerger y brillar. Reconocer este potencial en nosotros mismos y en los demás nos lleva a un estado de armonía y cooperación, donde la Luz de todos se fortalece mutuamente, creando un resplandor colectivo que ilumina el camino hacia un mundo más luminoso y pleno.