Somos creativos por naturaleza. Esa condición se va perdiendo con el tiempo al ser reemplazada por patrones de pensamiento que dieron un resultado satisfactorio; sin embargo, abrir la posibilidad al desarrollo creativo, amplía los recursos para transitar la vida.
Para que algo nuevo pueda suceder se hace necesario abrirse a la posibilidad de que suceda. Si nos mantenemos encerrados en nuestros patrones habituales de pensamiento y comportamiento, nada nuevo va a suceder en nuestras vidas. Repetir lo conocido nos mantiene en la zona segura, aunque pueda sentirse incomodidad en estos sitios.
Cuando un lugar esta ocupado o lleno no pueden entrar cosas nuevas en él. Es necesario, entonces, hacer limpieza; hacer espacio para que lo nuevo pueda llegar. Tratándose de ideas o pensamientos que hemos llevado con nosotros por mucho tiempo, puede parecer una tarea poco sencilla desprenderse de ellos.
Sin lugar a dudas quien se someta a un proceso de renovación puede experimentar muchas incomodidades, pero también es cierto que muchas veces las ideas viejas nos atrapan y resultan una pesada carga que nos dificulta la posibilidad de seguir evolucionando en nuestra vida, y nos quitan la oportunidad de seguir progresando.
Como se ha dicho en el punto anterior experimentar ideas nuevas es un proceso personal que puede llevar mas o menos tiempo, dependiendo de la resistencia que implique desapegarse de las ideas, o bien de los pensamientos e ideas arraigados por nuestra personalidad.
Conforme se vaya haciendo espacio dentro, las ideas nuevas irán tomando su lugar y tendrán la posibilidad de ir expandiéndose desde el interior. A medida que suceda este proceso nuestros patrones de comportamiento, nuestras conductas, comenzaran a cambiar y a adaptarse como consecuencia de ello.
Sin embargo nada sucederá si no se otorga una primera oportunidad a la experimentación. No se trata de sentirse obligado ni hacer las cosas por compromiso, se trata de aquello que cada persona sienta. Es siguiendo este sentir como cada cual podrá experimentar una apertura mental, sin tiempos ni presiones. No estoy hablando de nuevos métodos que cambien una cosa por otra, sino de darse la oportunidad personal de comenzar a pensar de una manera diferente, por lo menos en algunos aspectos de nuestra vida.
Precisamente esos sentires son los que nos darán la posibilidad y el impulso para abrirnos a nuevas experiencias. Es también nuestra propia mente que puede comenzar a pensar de una manera diferente y crear cosas nuevas, pensamientos nuevos, ideas nuevas, para así, con el tiempo poder desarrollarlas.
Este proceso da la oportunidad a nuestra propia mente de desplegar su potencial creador. Poder pensar por nosotros mismos, tener ideas propias y desarrollarlas constituye un proceso que nos permitirá abrirnos a la experimentación de ideas nuevas. Será entonces el momento de comenzar a soltar viejos esquemas de pensamiento. Todo aquello que sea nuevo encontrará entonces un buen espacio para comenzar a crecer.
Pablo Daniel Sambataro, Profesor de Educación Fisica. Reikista, poeta. Autor de “Revoluzción, poesía de la nueva era”