EL ODIO
El odio no entiende de bandos ni fronteras, como una semilla pútrida y maloliente se introduce muy adentro en donde la luz no llega. Ten mucho cuidado con aquello que expresas, pues lo que sale de la boca es reflejo que anida muy adentro, ten cuidado entonces con lo que llevas adentro. El odio y su semilla del mal, no entiende de unión, tan solo viene a separar.
Si dentro tuyo se encuentra esta hierba, un profundo trabajo haz de realizar para separar tu cizaña de tu noble trigal.
El odio no entiende de bandos ni fronteras, y estando muy dentro se expresa por fuera. Si esta semilla en tu cuerpo ha entrado, procura entonces mantener los labios cerrados. Hacer un uso medido y pensado de cada una de las palabras que tu boca va pronunciando.
Un profundo lavado de purificación llevarás, hasta que la semilla del odio se pueda disipar. Ten presente, querido hermano, que solo el Amor produce el Milagro. Entonces todo tiene solución, si alguien dice odio, simplemente di Amor.
Pablo Daniel
QUEJAS
La queja se vive quejando
no encuentra nada positivo.
A veces tiene un consuelo,
y le parece algo muy divertido.
La queja vive vibrando
de manera densa y quejosa,
no parece ver nada felíz
en absolutamente
ninguna cosa.
La queja se queja
y es deporte nacional,
muchas veces ni siquiera tiene
un fundamento racional.
La queja no busca soluciones,
se la pasa quejando
transitando inacciones.
Si en la queja te has estancado,
es un buen tiempo para dejarla de lado…
Buscar en todo su parte más amorosa
bellezas abundan en todas las cosas.
Poner las manos en plena acción,
con una sonrisa con mucho Amor.
Pablo Daniel
Pablo Daniel Sambataro, Profesor de Educación Fisica. Reikista, poeta. Autor de “Revoluzción, poesía de la nueva era”
Yo diría que además para disipar el odio se hace necesario :
Una sonrisa y una caricia que sane ,una palabra que calme,unos brazos abiertos que nos ayuden
Y unos ojos sinceros.
Gracias a ti por leerlo.
Si, por supuesto todo gesto fraternal es bienvenido. Muchas gracias por tu comentario.