Antes de formarme como artista, ya ERA artista. No al nivel de niño prodigio pero sí para destacarme del resto. Yo tendría 4 años y dibujaba.
De niño jugaba como cualquier chico pero en un momento dado, en el punto culminante de la emoción debía recurrir a otro medio, y entonces dibujaba.
Las batallas de soldaditos de plástico daban paso a perfomances gráficas; un tipo de dibujo “multimedia” donde los trazos se acompañaban de sonidos y diálogos.
Un día, me entró la preocupación de que probablemente por las noches, mis dibujos cobrarían vida y si no estuvieran hechos con todos sus detalles, serían como una corte de los milagros plagada de tuertos, rengos, malformados.
Pero no se sorprenda, porque la niñez de la mayoría de los artistas es más o menos así. Unos dibujamos, otros tocan el piano, o bailan…
Así el chico pasa a ser una suerte de fenómeno de entrecasa. Los padres nos muestran con orgullo y aplauden sus piruetas artística ante familiares y amigos.
Ser artista precoz es un recurso para abrirse camino en el mundo. La abuela nos reprende, y salimos del brete con un dibujo amoroso; no encontramos las palabras para declarar nuestro amor y lo solucionamos con un dibujo precioso, una melodía, o un poema.
Así uno se acostumbra a derribar los muros de la indiferencia, a convertir la indiferencia en DEFERENCIA y recibir más besos y aplausos.
Los artistas fuimos obreros, aprendices y maestros, empleados por el poder para el PLACER del poder. El poder del rey, de la iglesia o el poder burgués, pero es recién para el Renacimiento (1) en que empezamos a firmar las obras… y en occidente. Acaso obras como el Taj Mahall están firmadas? La esfinge, Stonehenge, las cabezas olmecas o el Ejército de terracota de Xi’an?
Giorgio Vasari tuvo la culpa. El italiano Giorgio Vasari.
A Vasari Se le ocurrió registrar las biografías, historias y anécdotas de artistas de su época, allá en el siglo XVI.
Vasari fue uno de los primeros historiadores del arte, Vasari sacó de las sombras de la historia humana e hizo resplandecer en la memoria de la humanidad, la grandiosa obra de unos humanos dotados de ciertas habilidades capaces de hacer vibrar las fibras más íntimas de los demás.
Aquellas obras que relatan historias épicas, enseñan a los que leer o escribir no saben, asombran por su complejidad y de solo pensar la cantidad de tiempo empleado para hacerlas, la altura y el tamaño colosal de algunas, nos dejan boquiabiertos ante algo que la naturaleza no muestra y para eso están… los artistas!
ESOS, tuvieron nombre a partir de la ocurrencia de Vasari; y a la épica de sus obras le siguió la épica de su figura, gracias al recuerdo grabado en las páginas de la humanidad; incluso se propagan por el espacio infinito en discos de oro de sondas espaciales rumbo al mismísimo carajo interestelar.
Cómo no ser ególatras?
(1) Renacimiento es el nombre dado en el siglo XIX a un amplio movimiento cultural que se produjo en Europa Occidental durante los siglos XV y XVI. Fue un periodo de transición entre la Edad Media y los inicios de la Edad Moderna.