La ciudad de Buenos Aires se caracteriza por su arquitectura europea en la que conviven numerosos estilos en muchos de sus barrios. Sobre el tema ya se ha escrito bastante pero de lo que no tanto es de los trabajos especializados que requiere el mantenimiento de este patrimonio arquitectónico, pensado y realizado con materiales de una época en que la atmósfera recién se empezaba a vulnerar.
Uno de los barrios emblemáticos de Buenos Aires, San Telmo, en el casco histórico de la ciudad, ha visto pasar el tiempo por sus calles desde las invasiones inglesas hasta la construcción de mansiones en 1900.
Hoy, ese tiempo pasado yace bajo la acción de las fuerzas naturales, aunque gracias a algunas reglamentaciones, el Estado ayuda a su conservación y mantenimiento, no solo para el resurgir de su época de oro sino también para la seguridad de sus transeúntes.
Federico Poncerini es un escultor y restaurador argentino, dedicado a la tarea de revivir la gloria de estas viejas casonas históricas como parte del patrimonio cultural de Buenos Aires.